San Ignacio
Hola Alma, ¿ cómo andas? Te estuve buscando , estabas por el río Uruguay. Entre Brasil y corriente. No sé cuánto voy a poder sostenerte. Acá ya me cortaron las alas.Las cosas se pusieron bravas.La desconfianza duerme en la puerta de casa.Las llamadas no llegan.Y , nada esta claro. Un tipo grande , llegó a casa , en un principio parecía venir con Paz. Pero vino solo y encima con maldad.Más allá de ello, que podemos superarlo.Decidimos dejar de escribir por un tiempo largo. Acá hay una mujer muy mala,nos planteo la guerra y le declaramos la paz.Un pelado Rubio y de anteojos que se cree escritor nos echó de la ciudad, después de semejante momento, optamos sacar de nuestras vidas nuevamente todo aquello con lo que nos ilusionamos una vez. Nos estafaron, nos hicieron creer el cuento que podíamos avanzar por el camino de la creatividad, se llevaron la guita y nos hicieron dos o tres versos y se borraron. Nos mostraron los dientes, Alma.Una vieja enfermera que trabaja e