Marilina Belén Mendez

No me busques más . No quiero que me vengas a buscar. No quiero que te sientas mal. No quiero que me extrañes. No quiero quererte. No quiero . No quiero . No quiero . ¿ No entendés ?  No quiero, no quiero ni tus mensaje , ni tu voz, ni tus minutos, ni tus segundos, no quiero. Y ayer tampoco quería, y antes de ayer tampoco, y hoy tampoco y mañana tampoco voy a querer. Nunca voy a querer, porque no quiero , no me interesa.  No me esperes.   No me esperes. No me esperes.  No voy a cambiar, no. Ni  hoy ni mañana, no lo voy hacer. Quizá mañana ya este en otro lugar. No me esperes más. Por favor, no lo hagas.  No quiero ... No pudo. No lo necesito.  Maru

 Hay dos jugadores en una ciudad cuadrada.   Uno es una mujer , el otro un hombre.   La mujer cuenta con tres bombas atómicas y balas de hierro.  El hombre en cambio , solo tiene soldados. Soldados del Ministerio de la Humildad.   Aparentemente  es difuso el inicio del juego.  Ella en la mochila ya carga la molotov. Y él , la foto de una amada en el bolsillo izquierdo.  Ayer a la madrugada , él encontró en la puerta de su casa, un papelito  como en las novelas policiales . En el indicaba el siguiente lugar de encuentro , la calle "Guarida 58".  él sabía que esas eran las reglas del juego, entonces las siguió.  A las  3 y 15 de la madrugada , el cuello del sacó le tapaba el mentón. Prendía un cigarro y miraba de reojo , ella no llegaba.  Fue a  una garita  oscura , sus ojos brillaban . Simplemente esperaba apoyado en la pared.   Una luz verde lo atravesó por el cuerpo . Disimuló no verla . Entonces la luz , lo volvió a marcar. Y la siguió .   La luz lo llevó

Hoy nadie quiere verle la cara a nadie. Todos se desparramaron a diferentes espacios de la casa. Ni siquiera hablamos, no podemos.No nos toleramos.No podemos bancarnos. Algo esta andando mal. Ella me hablaba con bronca, con odio,aprieta los dientes al verme.La irrito , no lo puedo evitar. Ella busca alejarme,hacerme quedar mal. Pretende que sea yo la equivocada.Que sea yo la que no pertenezca. Él descubrió donde me duele, me lo hace sentir, y lo siento en las manos , en el pecho y en la frente. Realmente me duele. Me quiero ir... Marilina Belen Mendez.

Plaga.  - ¡ Aaah , boludo !, Al final todos eran amigos de Juan. Creo que si voy a china ,  un chino es  amigo /a de él .  - ¡ Sí ésto sigue así, yo me voy a vivir a otro lado! - ¡Negra, no te enrosques!.   - ¡Boludo , este Juan me tiene podrida! Lo veo hasta en la sopa.  - Negra ,¡ tranquila!.  - claro, vos lo decís porque estas allá en el medio del campo , entre los bichos y las flores.  - ¡No , negra! estoy investigando la muerte de un pibe.  - ¡Ya sabía !, ¿ qué pensaste que era estúpida ?  - ¡No ! Nunca pensé que eras estúpida, pero no quería meterte en ésto.  - Ah boludo , ¡ y me dejaste con este insoportable ! - Negra, ¡ Deja de apretar los puños! ¡Ya esta! . Es tarde.  - Okey, okey. Okey.  - Okey.  Marilina Belén Mendez. 

 Van a tener que mover cielo y tierra para sacarme de acá adentro . Y , cuando salga me voy directo al sur, y si no fuera porque tengo compromisos serios acá , ya habría agarrado unas prendas y me habría ido a vender alfajores a Bariloche. La negra se resiste. Mi vida es un quilombo, a  veces no sé si estoy acá o en otra ciudad o lo que es peor en otro país. Y yo, te escucho a vos. Sé estás diciéndome algo en voz tan alta , casi a los gritos y tampoco puedo escucharte . Por más que yo me esfuerzo , no hay maneras, no entra ni por mi cabeza ni por mi corazón.  Estoy tan liviano que apenas me soplan , vuelo. Acá sentado en la  mesa de la negra  , la miro a la bebé mientras suenan las baterías , los bombos y las guitarras , los teclados. Y los gritos de los pibes. Me asombra  como se relaja panza para arriba entre este griterío. Nuestra casa también es un quilombo, La negra  hoy cerró  todas las ventanas y las puertas , apenas entra aire por una rendija de la cocina, y las botella