Crujidos.
su luz apareció en la oscuridad,
Siempre lo ha hecho.
Él apareció en los sueños, también el perro.
Estabamos todos, vos , él y el perro. También la abuela.Él sonreía, como con alegría de verme de vuelta. Sentí tranquilidad , no quisé despertar. No quisé salir de la cama.
Tal vez ese sea el único escapé posible.
Cada día hay más copos de nieve bajando por los costados.
Mil veces sentí que ya no te quería Pero este sueño lo tuvé mil veces más.
Te anduvé corriendo, corriendo por hospitales viejos, con escaleras rotas. Siempre intentando sacarte de aquel subsuelo. O creyendo que ibas a salir y con vos salía yo. Y al despertar...
No fue fácil darme cuenta para qué ceremonia se preparaba mi alma.
Pero ayer Domingo, cuando me ataba los cordones al borde de la cama, te recordé. No como todos los días, te recordé con veinte años más y sentí que cada año es peor.
Hacía demasiado tiempo no te necesitaba, demasiado, no logré encontrarte en ningún lado. Pero viné a buscarte acá, como un tesoro, un tesoro que se llevó mi alma.
Madrugar no significó nada, cada mañana fue igual que la otra.
La huida, es lo más sano. Ayer al menos lo fue.
Treincinco tendrías, en mi cabeza los tuviste.
Suele pasar...
No volví a encontrarlo a Sergio, la ultima vez que lo ví esperaba el micro una mañana por la ruta once. Luego no supé más de él. Creo que decía adiós. Lo miré , hasta que el auto se alejó por completo.Fue hace veinte años.
No volviste a vivir mil revoluciones por día , quizá el cardiólogo se equivocó, tal vez el cirujano no acertó. Quiza A fue tan inteligente que llevó el juego a su favor.
La realidad es que te quedaste allá, y tal vez yo también.
Una vez soñé que estabamos en ese hospital, y ella te miraba o miraba tu cuerpo. Y yo , la veía. Me acercaba y agarraba mi muñeca. Me dolió. Me dolió esa herida. Me dolió en el alma. Me dolió en la vida.
No pude volver a enojarme nunca más con nadie.No pude.
El bolso siempre estaba listo. Pero no para nosotras. Para nosotras no. Pero para el resto sí.
Tal vez fue esa casa, esa jodida casa de madera.Con insectos que habitaban los árboles. Tal vez ese techo tan bajito. O esa habitación tan solitaria. Tal vez el cigarrillo. Tal vez fue él, o el otro, o ella , o la otra... O el conjunto entero.
Habían pasado tres años de la visita de los blancos , que parecían astronautas. Rompieron los espejos de un sólo aplauso y se la llevaron. Primero a ella , después a vos. Y quedé sola, en un mundo que no tenía explicación. No pude culparte , como me lo pedía aquella loca encerrada en un consultorio que solo esperaba unos billetes cada semana.
Rompieron los espejos, y cuando me vieron sola, intentaron cortar lo único que me quedaba que era la razón. Tuvé que trabajar muchisimo para volver a vos.
Hicé lo mejor que pude, no llegué a despedirme de nadie. No quisé hacerlo. Como no lo hicimos ninguno de nosotros. No había porque hacerlo , no había un para qué.
Hace un mes y medio atrás , cuando jugaban a la pelota el padre y su hijo. Llegó la pianista. Me agarró de espalda y me dio un aviso. Después pasó lo que tenía que pasar.
Allá, no estaban todos despiertos. Al menos no quién yo esperaba. Pero creo que es bueno, todos tenemos derecho a descansar. Lo más lindo e importante es que nuestro payasito. Nuestro payasito volvió a brillar. Y prefiero guardar esa luz en mi Memoria para toda la vida. No es que amé más a alguien ,es que tenía una gran necesidad.
Creo que toda la producción se estancó allá en 1996. Pero no la producción nuestra. La producción que teníamos que conquistar.
A él no le alegró la vida saber de mí... Y, ¿qué voy hacer? ,¿ hacerle parte del tarro de los fantasmas?
- aquellos símbolos ya no encajan es la cultura de hoy. Hoy, vivir tiene que ver con otras cosas.
Cosas, que nunca van a ser parte de nuestro mundo...
Marilina Belén Mendez.
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