domingo, 21 de octubre de 2018

Manto

se me escapa, se me va  entre los dedos. 
Una cuestión de tiempo,
de temperamentos
de ¿ de jugarse en cada momento?



Creo una de las cosas que más me gusta es escribir, si me preguntas que más me gusta te diría la diría la música pero en serio solo escribir, puedo hacer otras  cosas, miles , infinidad de cosas pero a mí me gusta escribir.
Para ser buen periodista todo lo que se necesita es tener curiosidad, la curiosidad no me falta ; según compañeres la actitud tampoco.
Hoy estoy en una etapa de mi vida en la que no quiero ejercer, no significa que no siga trabajando de la misma manera, con la misma intensidad y quizá más.
Lo que pasa es todo el mundo me hablaba de encontrarse con uno mismo, de conectarse con su interior y créanme querides lectores que la búsqueda fue profunda y poco a poco llegué a mi mundo , naufragando por recuerdos y recovecos de mi pasado , me fui viendo allá en donde algún lugar estoy yo. Hoy estoy acá al frente de una computadora escuchando sabina y en el comedor de un hotel , delante mío tengo una estudiante de arquitectura y al lado su padre sentado en un sillón como si fuera Freud .
 Yo no quería ser escritora , la vida me lo impuso así . Cuando tenía 10 años todos los chiques jugaban en la cuadra , de alguna manera era un poquito especial porque me encerraba a leer poesías , fue lo primero que descubrí dentro del mundo de la literatura , a esa edad escribía por todos lados y todo lo que encontraba ; era y es una poderosa energía que emerge de mi como fuente de mi vida y vitamina que me sostiene. Si me preguntas qué esperas de ti
 Sinceramente podría esperar muchas cosas de mí , pero lo único que espero es cumplir con lo que alguna vez sentí . En algún momento de la vida fui original e inocente, vivía sin mirar a  nadie, ni quien estaba aquí ni quien estaba allí , en algún momento también me perdí . Me fui detrás de espejos en los que vi bondad , me fui detrás de espejos donde descubrí la inmensidad. Hoy esos espejos  están cada vez más lejos , sin embargo es allí donde sigo viendo mi futuro. A mi me designaron una tarea y con esa tarea cumplí , como periodista lo único que tengo que hacer es ir en busca de la verdad, de encontrarla y revelarla. No hay nada que esconder …
¿ A qué viene todo esto?
 En sí no lo sé , pero en algún momento lo sentí …
Me fui de mi ciudad por muchos motivos, uno de ellos fue por amor  quizá escapando de él  quizá para encontrarlo por aquí , lo único que sabía era que no quería sufrir , que lo único que quería era vivir. Mi carrera me había tragado , estaba inmersa en un mundo que no lograba describir y por eso estoy aquí .
 En periodismo al segundo año los profesores nos decían ustedes ya son periodistas y al principio no lo creí , en las primeras prácticas lo pude sentir y cuando salí al mundo laboral me definí , si soy periodista , lo pude sentir , me encontré con gente que es periodista y no cursó ni siquiera una materia en una universidad y conocí gente que estudió en las mejores escuelas.
Hoy me doy cuenta que fui llevada a ese lugar , a un lugar politizado , estratégicamente bien armando y enraizado para que la información circule. Descubrí en ese mundo un tesoro increíble que despertó más mi sed por el saber , la información es dinero , alguna vez pensé .
Hoy digo la información es infinita y una tiene que estar enfocada en cuál es el interés que la lleva.
Cuando tenía 10 años descubrí la salud mental , descubrí en un hospital gente que estaba en salud mental ; desde ahí nunca las cosas volvieron a ser igual . En esa oscuridad los guardapolvos brillaban  y las caras pálidas también , pasa puertas  y mis ojos cada vez se hacían más grandes . De alguna manera me vi en vuelta en ese mundo , la psiquiatría y la psicología; me deje llevar y las cosas fueron simples , tenía las mejores psicólogas y hoy puedo y debo reverla creo nunca deje de amar ese lugar. En mi adolescencia no le di importancia.  Como todo adolescente , tenía un mundo lleno de amigas y amigos ; al menos 30 éramos los que nos juntábamos a jugar en la cuadra, entre ellxs estaban mis dos hermanos. Me destinaron el lugar de ser la hermana del medio, no hubo planteos , ni quejas , simplemente ocupé ese lugar y ahí fui. Nos escribíamos cartas a las cuales le poníamos perfumes, que inocencia la nuestra.
 Años después , ya en los fines de la adolescencia descubrí algo cierto ; tan cierto como increíble creo ahí se terminaron los juegos. La primera psiquiatra que tuve adelante , ni idea que me dijo , lo único que recuerdo es que tenía pelo largo y negro y su nombre que jamás me lo voy a olvidar. Después de eso no hubo vuelta atrás , el tiempo chorreó como el agua entre los dedos. Con el tiempo tuve otra psicóloga fue una persona más magnifica , quizá algunas cosas le agradezco y sin embargo en otras todavía la detesto. Y así fue como conocí otros médicos  dentro de la salud mental. Alguna vez me pregunté si había una salida, y hoy acepto salida no hay , entonces una vez entrada en el túnel de la psicología decidí ir en busca de esa luz brillante que te lleva ¿ la encontré ? Ni idea.
 Una cosa sé , hay algo que todavía me da vueltas. Ya entrado mi tercer año de periodismo estaba  hasta las rodillas con la psicología no le encontraba la vuelta y todas las cosas que escribía en la facu eran sobre esos temas. Cuando cumplí 25 pensé estudiar medicina pero entre unas opiniones y otras seguí mi carrera. En el quinto año seguía el camino de las lenguas , me encantaba leer la realidad a través de signos y fue ahí que apareció la psiquiatría , pensé como me gustaría leer signos vitales , signos de salud mental , signos físicos. Y no lo pude evitar. Por razones que no vienen al caso decidí irme de la ciudad donde nací, de alguna manera quizá si es necesario vuelva.
Pero por primera vez me voy a dar la posibilidad de entrar en la escuela superior de medicina, y acá mientras escribía rodeada de gente porque es el día de la madre, pensé si me gusta escribir quizá también me gusté diagnosticar.
Pasión , hobby? No lo sé …
 Todo se dio de una manera un poco especial .  Y Ahora es volver a empezar. 
Marilina Belén Mendez





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