En el hueco, desde él crecen rosas, y en lo alto el sol se elevaba cada vez más lejos de mis manos , que transpiran llegadas que nunca jamás llegan.
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EL HUECO.
Estas solo, solo , solo , más solo que una estrella polar,
solo...
Entonces pensas, qué hago acá...
Tengo que agarrar mis cosas e irme
¿ A dónde ?
¿ con quién ?
Para qué...
sabes que necesitas renovar , todo a tu alrededor es lo mismo por años, que parecen siglos.
Ayer otro amor te dejo, no tenes problema , sabes que agarras el auto y alguna cama fácil, te da manto. Pero eso nene , eso , nunca te puede hacer feliz.
No tenes problemas , ella te dejo. Pero vas a la fácil, entras a Tinder, donde abundan mujeres , mujeres de todas especies.
Tu cama que ayer era la hoguera donde ella , se apichonaba, la dejaste helada y vacía.
Dejaste tu perfume por sus sábanas, por su ropa. Pero eso , se lava...
Qué tiempos te van a devolver eso que fuiste,
Si dejaste ir , eso que un día brillo para tí.
Cerrate los pantalones, subite a tu auto y ándate, aunque en la noche por la ruta , todavía sea ella, sí esa que dejaste ir.
Clases baratas, donde nadie paga, pero todxs comen de la misma fuente.
Ayer una fila, te esperaba. Hoy, no hay nada, desierto , desierto.
Ni la flor , que un día te dio belleza se quedó.
Me duele , lo siento. Dice.
Ya nadie quiere escucharte, ya nadie quiere sacarte, ya nadie quiere salir, ya es la muerte tan cerca de la vida, que te acorrala en soledad. Cuando el sol se va, y sabes que aferrarte a la vida, a esa piel de veintiséis años , no tiene sentido ni razón de ser.
Pero , al fin, ¡vete ya!- No regreses más.
Te volviste cruel, rogando solo por hastío, solo para tener la razón,
te volviste el ser más cruel y malvado que una vez conocí,
y luego de ello, pasaste a ser el animal encarnado que solo aparecía en los sueños.
Maldita, me grita desde el otro lado del mar.
Un puente destruyéndose, ver caer al enemigo al vacío.
Y que esa fila de soldados por donde sembramos flores, que se mueran ahí.
Sembrando flores en un cementerio de puros caídos.
Y si no es lo que yo quiero, no quiero nada. Decís.
y dejas un pedazo de carne en la tierra, sin corazón , podrido de latir.
Harto de las jugadas estúpidas de tu mente, hoy te deja.
Sin sonido, dónde esta el cielo.
Te enojas con Di/s, te derretís ante él, le suplicas y le imploras, pero ya es tarde. Di/s solo acompaña a quienes aceptan , lo bajado del cielo hasta sus alas.
Hay quienes sobre ellas pueden llevar más. Hay quienes menos.
Parece tu lugar es el banco de espera, quizás mañana encuentres un hueco donde enterrar tu cuerpo, ya viejo, gastado , lleno de arrugas y canas, y ante el espejo puedas decir, soy despreciable, tanto que merezco...
FIN.
ESCRIBE , MENDEZ MARILINA BELÉN
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