No hay más diálogo, no hay más comunicación.¿ Me equivoqué?, puede ser.
Desde hace tiempo ya no se nada nada sobre usted, ¿ lo merezco?, tal vez!
Yo te creí, cuando dijiste lo que dijiste y todos mis proyectos se hicieron trizas en el aire. Desde ahí te creí, por mi parte estaba todo perdido, no ibas a ser mi compañero, mi coequiper, no íbamos a tener un primer bebé. ¿ Te ame? , solo Di/s sabe que fue.
¿Valió la pena? , valió el oro. El tiempo. Pero se acabó por completo , el día que dijiste sos gay.
Sonrío, el amor no se acaba en la sexualidad, el amor es algo , no sé qué pero lo es. Te amé con locura y como a nadie, y te busqué por cielo y tierra y cuando llegaste, me dijiste soy gay. Que divertido. Quién iba a pensar que solo éramos amigos. Qué me hizo creer otra cosa?
Las noches de charlas frente al mar?
O quizás que fuiste del sur a mardel a verme? Bue a verme, a verte en realidad. A ver cómo y cuánto todo había cambiado. Yo no era la misma. No al menos aquella nena de 18 años. Que vivía dentro de su casa días enteros. Con tus cosas y mis cosas , como un fantasmita que aparecia en mi mente. Y eras vos y estabas vivo y eras real. Y ahora , solo te alejaste y te alejaste de verdad. Gracias por ayudarme a olvidarte incluso cuando ni vos me podes olvidar.
Autor: Marilina Belén Mendez.
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