Hola
Hola, cómo andas?
Si te dieran un premio por todas las cosas estúpidas que
hiciste pensas que lo ganarías?
Es probable que sí lo ganara. Pero también es probable que
yo ganara otras cosas que no son tan estúpidas.
Mira cuando uno prueba el éxito es muy difícil bajar , mucha gente
se hace adicta al éxito porque produce químicos que nos dan cierto prestigio anímico.
Cuando nosotros hablamos a Dios, o a nuestro líder
espiritual . Con quién pensas que hablamos?
Digo, a veces uno se impone cosas bobas, se presta a
situaciones que no tienen ningún sentido pero que van más allá de nosotros.
Hace algunos años atrás conocí a alguien que me hacía promesas, me prometía el
oro y el moro pero siempre se iba de viaje y desaparecía durante largos
periodos. Un día entendí que yo también podía hacer promesas, total cumplirlas
o no cumplirlas… Da igual.
A quién le sirven y para
qué?
Una vez me acuerdo que me escribió una carta que la encontró mi madre,
en la que decía que dejará todo y viajemos por el mundo.
Está bien , entendí eso que me demandaba en nombre de la pasión.
Pero yo tenía algo más valioso, un lugar bien posicionado socialmente y la
pertenencia a una clase. Es medio estúpido dejar todo eso por un simple amorío,
o no?
Cuando tuve que estudiar me encontré algo tan fuerte que todavía
día a día me pesa. Viste que dicen que a veces los hijos no es que
quieran estudiar lo hacen por imposición, bueno hoy a la tarde en mi cuarto
tuve una entre otras tantas revelaciones
y entendí que estudiar me gusté o no es la única opción.
Cuando vos sos rico, un título te da igual y no te es necesario digamos. Pero cuando sos
pobre o hijo de un trabajador lo único que te queda para mejorar es estudiar.
Sin dinero y sin título, la vida es mucho peor...
Entonces comprendí, que todo es una cuestión de responsabilidad. A
esta altura, no creo en muchas cosas pero sí creo en muchas otras, y esas
otras cosas en las que yo creo son pura y netamentamente cuestiones materiales,
económicas y de clase. Todo lo demás, ideas como el amor y la libertad,
quedan en un cubito de la repisa para admirarlas y adorarlas cuando tenga ganas
de imaginar algo que en este mundo y en esta vida, nunca jamás, bajo ninguna
circunstancias pueden ser real.
Como los unicornios, ellos existen pero no son real.
Marilina Belén Mendez.
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